En esta porción de la Palabra Jesús habla sobre la conducta de los fariseos, quienes aparentaban ser justos y piadosos en presencia de la gente, pero en su interior, estaban llenos de hipocresía e iniquidad..

Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra conducta y a examinar si estamos siendo auténticos en nuestra vida diaria o si estamos adoptando una máscara para impresionar a los demás..

La hipocresía es una actitud que consiste en fingir ser alguien que no somos..

En el contexto de este versículo, Jesús se está refiriendo a los fariseos, quienes pretendían ser piadosos y Justos ante los demás, pero en su interior estaban llenos de maldad e iniquidad..

La hipocresía es una actitud que tiene sus raíces en el orgullo y la vanidad, en el deseo de quedar bien ante los demás y de ser reconocidos por ellos..

Sin embargo, esta actitud resulta una vida vacía y sin autenticidad.

Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra conducta y sobre si estamos siendo auténticos en nuestra vida diaria..

Jesús nos está diciendo que no es suficiente aparentar ser Justos y piadosos ante los demás, sino que también debemos serlo en nuestro interior..

Debemos ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, y nuestras acciones deben está en línea con nuestros valores y principios..

Este versículo también nos recuerda que no podemos engañar a Dios, ya que Él nos conoce desde lo más profundo de nuestro interior..

Si estamos llenos de hipocresía e iniquidad, no importa cuánto tratemos de aparentar ser Justos y piadosos ante los demás, Dios nos verá tal como somos en realidad..

Si encontramos alguna actitud negativa en nosotros, debemos trabajar en ella y pedir ayuda a Dios para vencerla, debemos buscar la sanidad interna y la transformación que sólo Dios nos puede ofrecer para gloria de su nombre.. Aleluya